LUBINA A LA SAL / SEA BASS






















Estoy segura que podría alimentarme solamente de pescado, me gusta en todas sus versiones. En esta época estamos disfrutando del bacalao que está divino y el otro día compré una estupenda lubina que le pedí  la prepararan para cocinarla a la sal. 
Hacía mucho que no cocinaba un pescado a la sal, tanto es así, que mi hija pequeña al ver la cantidad de sal que le echaba, se quedó sorprendida, a sabiendas que siempre me quedo corta de sal, tras una breve explicación se puso manos a la obra y comenzó a cocinar conmigo, es gracioso ir cubriendo el pescado con la sal. 






Lo importante, es indicarles que nos la preparen para cocinarla a la sal, porque tienen que dejarle las escamas, así no absorberá la sal.
 Esta forma de cocinar el pescado, nos permite saborearlo en su máximo esplendor, con todo su sabor y propiedades, además si tenéis hijos la lubina no tiene casi espinas. Y como punto positivo es apta para la operación bikini o bañador. 




NECESITAREMOS  (4 comensales) 

_ Una lubina 1 kg aproximadamente.
_ 2.5 kg de sal especial para hornear.
_ Tomillo.
_ Albahaca.
_ Romero.
_ Pimienta.
_ Aceite de oliva virgen extra.

Para el sofrito

_ Pimiento rojo.
_ Pimiento verde.
_ Cebolla morada.
_ Ajo.
_ Aceite de oliva.


Comenzamos precalentando el horno a 200 ºC . 
Ponemos la sal en un bol, al que añadiremos las especies al gusto. Echamos un chorrito de agua, suficiente para que se humedezca un poco.
En la bandeja de horno cubrimos con una cama de sal. 
Colocamos la lubina y vamos poniendo la sal alrededor cubriéndola  totalmente. 

El tiempo depende de lo que pese la lubina, 20 minutos por cada kilo, así que nuestra lubina necesita 20 minutos, no la dejaremos más porque nos quedará seca. 


Mientras se nos hace la lubina, prepararemos el sofrito.
Picamos las verduras en cuadrados y las sofreímos lentamente en un chorrito de aceite de oliva. 

Sacamos la lubina quitamos la sal y la piel, se quita perfectamente y sacamos los lomos que iremos repartiendo en los platos, servimos junto a las verduras y por último, un poco  de aceite de oliva.

Queda muy bien servirlo en una mesa pequeña al lado para que nuestros comensales vean el momento de quitar la sal y la piel, aunque podemos hacerlo en la cocina y servirla en una fuente.


GRACIAS POR VENIR

Stm  



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